Cap 37: No podia ser ella..

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Robby

Caminé por las calles con una sonrisa que simplemente no podía quitarme del rostro.

No importaba cuántas veces intentara mantener la calma, la verdad era que estaba jodidamente feliz.
Porque después de todo este tiempo, después de años de distanciamiento, después de tantas idas y venidas, de juegos, de provocaciones, de intentos de ignorar lo que realmente sentíamos... ella estaba ahí.
Conmigo.

No huyó esta vez. No se despertó con prisa por alejarse. No puso excusas para fingir que nada de esto significaba algo.
Y joder, eso era suficiente para hacerme sentir como si lo hubiera ganado todo.

Me metí las manos en los bolsillos mientras caminaba hacia el restaurante donde planeaba comprar la cena, sintiendo el aire frío de la noche rozar mi piel caliente.
Ni siquiera me molestaba el hecho de que Tory me hubiera mandado a comprar la comida. De hecho, lo hacía con gusto. Si esto significaba que pasaríamos más tiempo juntos, que la noche aún no terminaba, que podía seguir disfrutando de la forma en que ella me miraba cuando pensaba que yo no la veía... entonces haría lo que fuera.

Porque no había pasado un solo día en los últimos cuatro años en los que no la hubiera extrañado.
Y ahora que la tenía de vuelta, aunque todavía no sabía exactamente qué éramos, aunque aún había demasiadas cosas por resolver... no iba a dejar que nada arruinara esto.

Saqué el teléfono del bolsillo y abrí nuestra conversación.

Yo: "¿Algo más que quieras que compre?"

Pasaron unos segundos antes de que las burbujas de escritura aparecieran en la pantalla.
Tory: "Con que no tardes dos horas, todo está bien, Keene."

Solté una risa baja, negando con la cabeza.
Yo: "Dame crédito, Nichols, estoy haciendo esto por ti."

Tory: "Y lo aprecio. Pero igual date prisa."

Mi sonrisa se ensanchó.
Porque todo esto, todo lo que estaba pasando entre nosotros, se sentía bien.
Como si nada pudiera salir mal.
Como si, por primera vez en mucho tiempo, la vida nos estuviera dando un respiro.
Como si finalmente... finalmente todo estuviera acomodándose en su lugar.

El camino de regreso al departamento de Tory se sintió más corto de lo esperado. Tal vez porque iba distraído, sumido en mis propios pensamientos, en la forma en que todo finalmente parecía encajar.

Tenía la bolsa con la cena en una mano y el teléfono en la otra, listo para escribirle a Tory que ya estaba afuera. Pero cuando levanté la mirada, todo el aire se me atascó en los pulmones.
Porque ahí estaba él.

Rafe.

Con sus malditos brazos rodeándola, con su rostro hundido en su cabello, con una sonrisa fácil en los labios como si tuviera derecho a tocarla así.
Y lo peor...
Ella lo estaba dejando.

Mi mandíbula se tensó, mi cuerpo reaccionó antes de que mi cerebro pudiera procesarlo. Solté la bolsa con la cena en el suelo y di un paso al frente, listo para hacer algo—lo que fuera—cuando mi teléfono comenzó a vibrar insistentemente en mi mano.

Fruncí el ceño, ignorándolo al principio, pero entonces vi el nombre en la pantalla.
Johnny..

Mi padre rara vez me llamaba. Normalmente, si quería decirme algo, enviaba un mensaje corto o dejaba que Miguel me lo contara después.
Así que si me estaba llamando... algo no estaba bien.

Apreté la mandíbula y, sin dejar de mirar a Tory, me obligué a contestar.
—¿Qué pasa? —pregunté sin rodeos.

El silencio al otro lado de la línea fue más largo de lo normal. Y luego, su voz sonó más seria de lo que jamás la había escuchado.

Amigos Exclusivos // Tory x RobbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora